En ésta entrada prefiero invitarte a un ejercicio de reflexión en lugar de escribir un artículo que podría aburrirte o parecerte pesado. A continuación te presentaré 3 elementos que, como psicóloga clínica, exploro en una primera sesión.
- Tu visión de ti, del mundo y del futuro
Tener una visión negativa de uno mismo puede ser el resultado de una crianza no satisfactoria a nivel emocional, de la acumulación de críticas y autocríticas por no cumplir expectativas de éxito, de vivencias donde nos rechazaron, abandonaron o maltrataron, etc.
Y quiero que sepas, que entiendo lo injusto de cargar con esas cruces, por ello, en terapia se busca pensamientos alternativos que construyan una autoestima saludable y a partir de esta fortalecernos para poner límites, regular nuestras emociones, resolver problemas, tomar otras actitudes frente a lo malo (y lo bueno) del mundo y encaminarnos a construir la vida que queremos tener, una vida fiel a nuestros auténticos valores y objetivos accesibles.
- Parálisis de la voluntad
- Deseos de evitar
Imagina que te has parado en un punto que llamaremos punto de elección, este punto contiene situaciones, pensamientos y sentimientos con los cuales tienes dos caminos, uno que te lleva hacia tus convicciones y otro que te lleva lejos de tus convicciones.
Por ejemplo, tienes la convicción de ser una persona divertida, siempre te alineaste con los valores del optimismo, la bondad, la inocencia y el humor… hasta que un día recibes la traición más dolorosa por parte de tu mejor amigo. Hoy, en tu punto de elección está el recuerdo de esa traición, las consecuencias económicas que te trajo, el dolor y la rabia, la decepción y los cuestionamientos de que tú no merecías que te hagan eso.
¡Y realmente no lo merecías! Sin embargo desde este punto de elección ahora tienes frente a ti los dos caminos, continúas hacia tus convicciones y valores o te alejas de las mismas, siendo que, alejarse no significa ahora ser pesimista, aburrido y malo, sino más bien dejar de frecuentar a otras amistades, familiares y conocidos por EVITAR otra probable traición.
Esta evitación puede sonar razonable y segura, pero ¿te hace feliz? ¿de verdad defenderte todo el tiempo de recibir otra traición es el camino en el que crees? y ¿qué pasará si aún alejando a toda la gente que te rodeaba y prestando atención a todo lo que el resto hace, alguien nuevamente te traiciona? Sería muy frustrante.
De ahí, que la guía de tu psicoterapeuta te ayude a integrar los aprendizajes y cambios necesarios para enfrentar que la traición existe en el mundo y te oriente en el camino hacia la vida que quieres tener aún con el dolor de la traición que viviste.
Conclusión
Todo malestar cuya intensidad interfiere en tu vida y actividades normales requiere que busques ayuda. Es natural que conforme avanzamos a nuevas etapas en la vida sintamos que los recursos que antes nos ayudaban ahora ya no tanto, siendo necesario aprender nuevas herramientas, habilidades y perspectivas para tomar decisiones diferentes… Sobre todo cuando ya observamos que repetimos un problema constantemente.
Deja una respuesta